La actividad imaginativa se caracteriza por la capacidad de crear mundos fantásticos íntimos y propios donde el sujeto es generalmente el protagonista y donde no existe ni límites ni restricciones de ninguna clase para el impulso de su libertad.
Mediante la actividad imaginativa podemos realizar dos funciones de máxima importancia en el psiquismo humano:
- La reconstrucción del pasado: Gracias a la imaginación construimos un mundo íntimo, propio y nuevo. El pasado se hace presente con la ayuda de la memoria, recobrando una vida nueva y original mediante la actividad imaginativa.
- La anticipación del futuro: La anticipación es el aspecto más creativo y original mediante el cual podemos imaginar cosas, mundos, situaciones y experiencias jamás realizadas.
Factores de la imaginación
La imaginación depende de distintos factores que influyen en ella:
- Factores de tipo interno: Son las tendencias individuales, el tipo de asociación, el estado de humor, las experiencias anteriores, etc.
- Factores de tipo externo: los estímulos, situaciones, elementos, y circunstancias exteriores que potencian, provocan y afectan de alguna manera a la fantasía.
- Imaginación subjetiva y objetiva: Son aquellas formas de actividad imaginativa en las que predomina, o bien lo subjetivo cuando el artista expresa lo que siente en su intimidad, o bien lo objetivo, cuando el artista expresa lo que todos ven, porque se da en la realidad exterior, y a él le impresiona de una manera más profunda.
Modalidades de la actividad imaginativa
Fantasía diurna: Soñar despierto. Son formas de actividades en las que el sujeto crea un propio mundo distinto de los demás, para refugiarse en él y dar imaginación a sus frustraciones. El protagonista es siempre el propio sujeto. En esta fantasía diurna se distinguen dos aspectos principales:
- Fantasía desiderativa: Mediante ella satisfacemos de manera recompensada nuestros propios deseos.
- Fantasía del temor: cuando el mundo real nos mete miedo, o tenemos miedo de enfrentarnos a él, surge la fantasía del temor.
Fantasía lúdica: Los juegos son formas de manifestar de un modo activo y exteriorizado los impulsos de la fantasía. La actividad lúdica y la actividad imaginativa van muy ligadas. El juego es un fenómeno de la naturaleza psicológica lúdica de múltiples aspectos y que ha constituido siempre uno de los ejes de la vida de las comunidades humanas. El juego es un núcleo fundamental en el transcurso de la vida y en la evolución psicológica de la persona, una forma de salvar la distancia y el abismo que existe entre el aislamiento personal y la necesidad de relacionarse.
La fantasía creadora: Llamamos fantasía creadora a aquella capacidad de poder crear en forma de representaciones un tipo de realidad que no ha sido percibida sensorialmente con antelación. Tiene un carácter cognoscitivo del mundo que no es posible sin la experiencia pero que trasciende la experiencia.
1 comentarios:
Veo que sigues trabajando como es debido. Cada vez me parece más interesante tu pequeño rincón. ¡Sí! ¡La imaginación lo puede todo!
Así que, nunca dejes que ésta se esfume de tu vida.
¡Hasta otra!
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